Tengo que decir que llevamos dos
días sin Internet porque algún gracioso cortó el cable del teléfono. La verdad
es que ya estoy bastante mejor con respecto a mi anterior entrada. El mismo día
que la escribí (martes) fuimos los cuatro (Rubén, César, Nayra
y yo) a tomar algo en un bar que está cerca de la casa. Allí nos encontramos
con Rapture y Augustín, (dos amigos de Nayra que viven aquí) y yo desconecté
bastante de todos los malos pensamientos que había tenido hasta el momento.
Tomamos una cerveza y salchichas súper picantes (deliciosas). Estuvimos riendo
sin parar, comentando todo tipo de cosas, desde la vida en Ghana hasta la final
de la supercopa europea (Rapture es del Chelsea y le di un poco de caña). Me
animó muchísimo salir de la casa y moverme por la zona (los hermanos se portan
de manera extraordinaria con nosotros, no tenemos queja ninguna, y están para cualquier problema que
tengamos, pero necesitaba salir “a la realidad”).
A la mañana siguiente fui con las
pilas cargadas a clase, intentándolo ver todo desde otro punto de vista. La verdad
es que me fue bastante bien, y entablé conversación con mi tutor Hans (los ghaneses no suelen hablar de primeras, sino que esperan a que les des conversación). Le pregunté
sobre los “topics” de la próxima semana para poder preparármelos y ser el
encargado de ayudarle a desarrollar sus clases, e intentar motivar a los
niños/con una metodología más dinámica. Cual fue mi sorpresa, cuando al volver
a clase tras el primer recreo, se acercaron los alumnos con una hoja de
periódico en la mano en español. Me preguntaron que qué significaban ciertas
palabras, como amor, corazón… fue bastante gracioso y los alumnos se rieron
mucho. Fue un momento de interacción con ellos que disfruté mucho. Rubén me
comentó que su tutor (Rapture) le había dicho que le gustaría que hiciéramos
unos murales sobre ciertos temas del libro. Por lo que fuimos a ver al hermano
Augustin (que no tiene nada que ver con el chico que nos acompañó la tarde
anterior a la terraza), que es el director, a pedirle unas cartulinas o “Manila
Cards”, que es como las llaman aquí, para cuando acabásemos las clases, ponernos
a ello.
Tras caer una tormenta torrencial
de esas que caen aquí, salimos a dar una vuelta con Rapture y Augustín, y a
comer de nuevo salchichas picantes. Tengo que decir que estas salidas nos hacen
conocer el entorno y a parte disfrutar un montón de la compañía. Tras sudar y
volver a sudar con las especias hiper-picantes que llevan las salchichas,
volvimos a casa para cenar y cantarle a Joseph (novicio que cumplía 22 años,
motivo por el cual pudimos probar el Bancú, que no se muy bien como se escribe)
el cumpleaños feliz en 4 o 5 idiomas diferentes. Aquí los cumpleaños no son tan
especiales como pueden ser en España. Por la noche, cuando nos quedamos solos,
ya que los hermanos se meten pronto en las habitaciones (8:30 o 9:00), estuvimos
viendo la película de distrito 9 en el salón.
Esta mañana en clase ha sido
bastante tranquila. Por cierto se me ha olvidado comentar que tanto ayer como
hoy, los niños, al hacer la formación por la mañana, tenían banda sonora, ya
que sus propios compañeros amenizaban el rezo mediante un bombo, cajas… tras la oración han estado 40 minutos rezando en la iglesia del
colegio (todos los jueves lo hacen).
Para acabar quiero comentar que ahora
mismo estoy en el aula de ordenadores de la casa de los hermanos y estoy
bastante preocupado. Porque ayer se pusieron en contacto con nosotros dos de
las niñas que forman este viaje (las hecho mucho de menos a todas), Ali y Anita,
para contarnos ciertas experiencias que están teniendo en su casa y colegio que
no son nada agradables y por las cuales están preocupadas y un poco asustadas.
Se ha ido Nayra a buscarlas para que vengan a disfrutar la tarde con nosotros y
nos cuenten todo. Espero que cuando vuelvan hoy a su casa, vuelvan con una
sonrisa de oreja a oreja.
Aiii Poter...como me gusta lo que leo...ya estoy enganchada!! :)
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