viernes, 9 de noviembre de 2012

Zanahorias!!


Ayer jueves, como sabéis, los alumnos de 6º, en vez de tener dos horas de clase nada más entrar, tienen dos horas de oración. A diferencia de otros días hoy hemos asistido. Al terminar, hemos estado con Marcus durante el break que es de 9:20 a 10:00 dando nuestra tercera clase de percusión. No la he disfrutado tanto como las anteriores, ya que no se porque, pero estaba completamente perdido, no seguía el ritmo, no sabía entrar, se me olvidaba… “CALAMITY”.

Después, me tocaba dar 40 minutos de clase a los alumnos de 6ºB sobre del sistema digestivo. La incorporación del muñeco les ha encantado. Primero les he separado los órganos que lo forman. Luego los han tenido que volver a colocar en orden. Por último ha salido una “voluntaria” a explicarnos el proceso. Todo esto con el libro cerrado, sin ayudas, únicamente para comprobar sus conocimientos previos acerca del tema. En un primer momento, después de esta clase iba a volver Marcus a darnos más clase, pero finalmente no ha podido.


Después de comer, hemos estado haciendo todos juntos mermelada de zanahorias con el hermano Jose Antonio. Anina y yo hemos estado limpiando zanahorias, mientras Rubén, César, Alicia y el hermano las pelaban. Luego nos hemos unido a ellos. 

Una vez cortadas las zanahorias, las hemos metido en una hoya para cocerlas. Sobre las 5 hemos subido de nuevo todos juntos al modisto. Estamos todos los días allí, porque tenemos la certeza de que cuanta más presión le metamos antes acabará, o lo mismo no. Porque este hombre nunca se sabe. Le dejó Rubén una camisa hace dos semanas y todos los días vemos la tela en la misma estantería. Al rato de estar allí, llegó Augustin. Estuvimos planeando lo que vamos  hacer los próximos fines de semana (aunque todavía no hay nada claro) y hablando de las tradiciones de nuestras ciudades/pueblos. Él nos contó las de aquí. Al llegar a casa cenamos y después de cortar un cáscaras de limón para la mermelada, me fui a dormir.


miércoles, 7 de noviembre de 2012

Exámenes con ritmo



Concentrados haciendo el examen
Ayer martes llegué a clase a eso de las 8. En las dos primeras horas Hans tenía clase de inglés en 6ºA. Antes de que acabara estas dos horas, le pedí que si podía cambiar mis horas (las tenía después de comer y dudaba que diera tiempo a hacer el examen) a las dos siguientes. Me dijo que sin problema, por lo que las cuatro horas siguientes (cuatro periodos de 40 min.) las dediqué a hacer los exámenes, tanto en la clase de 6ºA como en la clase de 6ºB. Tuve algún problema con niños que intentaron copiar, les avisé demasiadas veces y como a la sexta vez, les quite el examen (en la siguiente hora les examiné de forma oral). Tengo que apuntar que la niña que tenía el problema de visión y de la cual ya hablé en otra entrada, volvió a hacerme el examen de forma oral y suspendió de nuevo. Una vez corregidos, la verdad es que estoy bastante contento, en especial con la clase de 6ºA, ya que sólo han suspendido 6 personas. En 6ºB han suspendido 10, pero las notas son un poco más bajas.

El examen
La niña que tiene el problema de visión

Después de comer, llegó el hermano Jose Antonio a la casa (llevaba un mes en España).
Por la tarde, al comprobar que seguíamos sin internet, fuimos al modisto a meter un poco de presión (tenía terminado un traje precioso que le encargó Anina). Luego tras tomar algo, volvimos a casa a cenar todos juntos. Anina y yo, fuimos los encargados de fregar la cena y como no, volvimos a cantar, pero esta vez Marcial no nos acompañó con sus bailes.

En lo que respecta al día de hoy, he dicho a la clase de 6ºB que tienen que prestar más atención en mis clases, ya que los resultados podrían haber sido mejores. En la clase de 6ºA, les he dado la enhorabuena y he introducido el nuevo tema, el aparato digestivo. Por fin he podido usar el montable de cartulinas que hice. La verdad es que han prestado bastante atención.




Por la tarde, hemos quedado con Marcus, que nos ha dado nuestra segunda clase de percusión, a la que también han asistido Anina y Ali. Me relajan mucho estas clases y me hacen desconectar de la realidad. Ha sido muy divertido. Aquí os dejo un vídeo para que veáis de lo que os hablo, pero no os esperéis nada especial, estamos empezando.








martes, 6 de noviembre de 2012

Un mes de sensaciones


Esta entrada es muy especial para mi, ya que en ella voy a intentar plasmar las sensaciones vividas en este continente en el mes que justo hoy, llevamos aquí.

Tengo que empezar diciendo que nunca pensé antes de venir, que sería capaz de disfrutar tanto y aprender tantas cosas. En estas cuatro semanas y media que llevo aquí, he conocido muchos lugares espectaculares y otros que no lo son tanto. He vivido experiencias que no olvidaré nunca. Como por ejemplo el primer día que llegué al colegio, la visita al poblado de Nzulenzo o el paso por el mercado central, entre otras muchas cosas. Tampoco podré olvidar nunca, imágenes que han pasado ante mis ojos, como aquel hombre desnudo bañándose en un charco de barro, la cara de felicidad de los niños al vernos aparecer o la niña comiendo en el suelo especialmente sucio de Tamale.
Mis prácticas se van desarrollando con total normalidad, cogiendo más confianza con los alumnos y aprendiendo cada día con ellos.
En lo que respecta a la convivencia, no tengo ningún problema y espero que siga siendo así, ya que estoy realmente a gusto. Hablábamos ayer Anina, Rubén, César y yo, que cada uno de nosotros le aporta algo especial a esta experiencia que la hace única.
Llegados a este punto, tengo que decir que me acuerdo un montón de TODA mi gente desde el primer día que llegué, hasta el último día en el que me vaya y que ya no queda nada para que nos volvamos a ver. Agradecer a esa gente que se ha acordado un poco de mi y me han dado ánimos en los momentos menos buenos (tanto a la gente de España como a la gente de aquí).




Esto se acaba, ya va llegando el final de este sueño. Sólo quedan dos semanas y media que se van  a pasar demasiado rápido. No pienso en lo que me espera al llegar a España, únicamente quiero exprimir el poco tiempo que me queda aquí para que este gran continente siga cambiando mi forma de entender la vida y enseñándome a disfrutar de las pequeñas cosas. 







lunes, 5 de noviembre de 2012

Lunes!!


El lunes fue uno de los días de colegio más entretenidos que he tenido.
Comenzó como todos lunes, a las 6:30 de la mañana. Para mi sorpresa, mis chanclas habían desaparecido (y se de alguien que en este punto, se va a acordar del tema calcetines. Tengo que decir que no hay de que preocuparse, todavía me queda alguno), no si ni donde ni cuando, pero ya no estaban. Lo que tuvo como consecuencia que me duchara sin ellas.
Cuando llegué al cole, las dos primeras horas tenía clase. Las dediqué a hacer un repaso general de los dos temas que entran el martes en el examen que les he puesto:

  •           El ciclo del okro y del maíz

  •           El ciclo de vida del mosquito.


Tengo que decir que para mi sorpresa, tanto en una clase como en otra, se portaron bastante bien durante el repaso. Les expliqué que esa clase la daba para intentar ayudarlos de cara al martes y creo que lo entendieron y me respetaron bastante. Tras acabar las dos primeras horas de clase, estuve haciendo la programación de la semana en el libro del profesor. Cuando acabé se lo fui a llevar al director. Al volver a clase tenía una pila de cuadernos de Science para corregir, por lo que me puse manos a la obra. Acabé prácticamente para el cambio de clase.

Al pasar por la sala de profesores de camino a 6ºA, me encontré con Rubén y me quedé con él haciendo mi examen y ayudándole a corregir los exámenes de matemáticas que había hecho esa mañana. Acabamos prácticamente a la hora de comer, por lo que nos fuimos de vuelta a casa. Después de comer, la clase de Science resultó igual de bien que en la otra clase. Únicamente apuntar la interrupción de la clase debido a la aparición de un hombre ghanés que me empezó a hablar en cubano y me moría de la risa.

Por la tarde fuimos a dar una vuelta en busca de repelente de mosquitos, pero nos equivocamos de farmacia, por lo que nos tocó coger un taxi para ir hasta la otra. El taxista, al preguntarle el precio, me dijo 70 pesewas con una medio sonrisa en la cara que significaba: vale 50, pero si cuela… así que le dije que no nos timara que eran 50. Cuando llegamos a la otra farmacia yo me fui en busca de unas chanclas nuevas (me costaron 2 ghanas sin posibilidad de regateo, ya que la señora no hablaba inglés y es más, tampoco hacía por entendernos). Después de comprar lo que habíamos ido a buscar, nos comimos una salchicha picante que hacía mucho que no lo hacíamos.

Al llegar a casa, Nayra había preparado un delicioso pollo a la cerveza al estilo español para cenar. Al acabar, Anina y yo estuvimos improvisando canciones; ella tocaba y yo cantaba. La verdad es que nos reímos mucho e hicimos tiempo hasta las 9 que era la hora a la que el hermano Augustin (el director del cole) nos había citado en la sala de ordenadores.
Nos dijo que estaba muy contento con nuestro trabajo hasta el momento. También nos estuvo explicando como teníamos que rellenar el libro del profesor (la programación semanal). Tras concluir me fui a dormir.

Adios al puente



El domingo por la mañana quedamos sobre las 8 de la mañana todos para desayunar. El desayuno de nuevo, estaba especialmente bueno. Para que no nos pasara lo de otros fines de semana, que llegamos de noche a casa y puesto que todas las visitas que nos habíamos propuesto estaban hechas, decidimos que después de desayunar partiríamos rumbo a Kumasi.

Fuimos a Nkoranza a coger un taxi que nos llevó a la estación de autobuses. Una vez allí, nos montamos en una Tro-Tro que nos hizo esperar una hora hasta que se llenó. Tardamos como tres horas en llegar a Kumasi. Nos dejó en el restaurante “Las Palmas” (del cual ya he hablado en otras entradas) donde por la hora que era (y ya que en casa no nos esperaban hasta la tarde) decidimos comer. Cuando terminamos, Patri y Ana se vinieron a nuestra casa. Estuvieron hasta las 6 de la tarde mirando cosillas en internet, hablando con sus familiares… cuando se fueron a buscar un taxi que las llevara de vuelta a su casa, los tres chicos las acompañamos. Ya de paso, fuimos al modisto para encargarle las prendas de ropa que habíamos decidido hacernos con la tela que nos compramos semanas atrás en el mercado central.

De nuevo tengo que decir que ha sigo un gran fin de semana en el que hemos conocido/aprendido un poco más de este maravilloso país.

Entre monos y cataratas


El sábado nos levantamos mucho antes que el día anterior, (a eso de las 3 de la mañana) para coger el único autobús que pasa por el poblado dirección a Tamale. Cuando subimos, nos encontramos en él a la pareja de españoles que habíamos visto el día anterior en el Mole. Tardamos alrededor de 3 o 4 horas, no lo recuerdo muy bien. Paramos en el cruce que hay entre Larabanga y Tamale (Damongo Junction). Allí esperamos otro rato hasta que pasó una Tro-Tro que nos llevó a coger otra Tro-Tro que nos llevaría a Kintampo a ver las cataratas.

Es un lugar increíble. Dimos un paseo por él, recorriendo los diferentes lugares marcados para ver las diferentes cataratas, pero sin duda la más impresionante fue la última, que tenía bastantes metros de altura. En cierta forma, me recordó al monasterio de piedra que hay en España, aunque mucho más impresionante. Después de ver todo, salimos al exterior donde nos esperaba Nayra con todas las maletas, ya que no quiso entrar porque dijo que siempre que vienen voluntarios van a verlo y que ella ya lo había visto muchas veces.


De ahí marchamos en taxi hasta un área de servicio con restaurante, vendedores… allí cogimos otro taxi que nos llevó hasta el lugar donde están las Tro-Tros. Como podéis comprobar, para moverse por aquí, hay que estar todo el día pendiente de taxis, Tro-Tros, autobuses… pero es que la diferencia económica que supone coger según que transporte, en según que momento, es considerable. Eso sí, no puedes ir a ningún sitio con prisa, porque aquí la vida no está planeada para tomársela así. Como iba diciendo, nos montamos en una Tro-Tro que nos llevó al santuario de los monos. Para llegar hasta allí tuvimos que atravesar caminos de tierra realmente malos.

Llegamos al santuario. La verdad es que el paraje donde nos dejó la Tro-Tro (que nos esperó a que terminásemos de realizar la visita para llevarnos a nuestro lugar de alojamiento esa noche) a mi me recordó enormemente al complejo residencial donde vivían “Los otros” en la serie televisiva “Lost”, pero bueno, esto no es más que un dato gráfico. Una vez allí, Edmon (un hombrecillo de avanzada edad, sin apenas dientes y con cierto aroma a alcohol…) nos dijo que iba a ser nuestro guía dentro del bosque. Nos estuvo explicando que íbamos a poder ver dos tipos de monos, los “Black-White monkeys” y los “Mona monkeys”. No me imaginaba que a 500 metros de la entrada al bosque, íbamos a empezar a ver monos por todas partes. Me encantó esta visita. El lugar era increíble. La fauna y flora eran las propias de un lugar así.

Me resultó muy curioso que mientras estábamos echando fotos a un mono blanco y negro en un árbol aleatorio, nos dijo Edmon que los monos Mona estaban viniendo. Pero no es que estuvieran viniendo, es que cuando nos quisimos dar cuenta estábamos rodeados. Los Mona son mucho más amigables. Bajaban del árbol para coger comida de nuestras manos. Una experiencia increíble. Tengo que decir, que yo iba muy ilusionado a esta visita porque me encantan los monos, pero a diferencia de mis compañeros, los macacos pasaron bastante de mi.








Salimos del santuario cansados, con ganas de llegar al sitio donde íbamos a dormir. Montamos en la Tro-Tro y partimos rumbo a Nkoranza. Una vez allí, fuimos al recinto donde la ONG Hand in Hand trabaja día a día para ayudar y dar un lugar de residencia a personas con discapacidad (normalmente psíquica). El recinto está formado por una serie de casitas, jardines, restaurante, piscina… todo muy acogedor y abierto a la gente que se quiera hospedar allí y con ello colaborar con la causa. Todas estas personas (las cuales están recogidas en un libro con fotos y descripción de la discapacidad, de su comportamiento… ) viven dentro de este recinto. Aquí os dejo un enlace por si queréis ver la labor que llevan a cabo que es realmente de admirar: http://www.operationhandinhand.nl/engels.htm Cuando llegamos allí nos recibieron dos chicas (que luego sabríamos que eran las dos camareras del restaurante) que nos llevaron con una sonrisa en la cara a nuestras habitaciones (realmente acogedoras). Dejamos nuestras mochilas y nos relajamos todos juntos, (después de haber pasado un día en el que no paramos de visitar lugares) tomando algo y cenando en el restaurante.






domingo, 4 de noviembre de 2012

Safari en África


Amanecimos en Savanna Lodge a eso de las 5 de la mañana. La verdad es que la ducha mañanera a la luz de la luna, con cazos de agua fría, me despertó de manera inmediata. Tras ducharnos, fuimos a desayunar. Fue un desayuno espectacular, nos pusieron café con una especie de sándwiches con mantequilla de cacahuete y otros con tortilla francesa con cebolla, pimientos… estaban realmente buenos.

Una vez terminado todo lo que había en la mesa, nos vino a buscar un Jeep para llevarnos a ver el Mole Park. El viaje fue bastante entretenido ya que íbamos sentados al aire libre por un camino en el que el paisaje era increíble. Una vez llegamos al parque, nos sentamos en torno a un árbol en el que estuvimos hablando. Cual fue nuestra sorpresa cuando al cabo de un rato apareció una pareja de españoles que estaban pasando unos días en África. Estuvimos hablando con ellos y nos dijeron que hacer la visita a pie no merecía mucho la pena, ya que no se veían muchos animales (que era nuestra primera idea, ya que era más económico hacerla así que en coche). De repente apareció en escena el típico todoterreno con asientos arriba utilizado en safaris que nos enamoró. Estuvimos comparando las opciones de visita y finalmente nos decidimos por hacer el safari en coche. Ha sido una de las experiencias visuales más alucinantes que he tenido nunca. Siempre quise venir a África y hacer un safari. Me sentía dentro de un documental de la 2, pero sin el típico narrador con la voz soporífera… ¡¡¡INCREÍBLE!!!



Tengo que decir que el día a parte de por el safari, era especial, ya que Rubén cumplió años. Que mejor regalo que ir al Mole Park en época de lluvias (según nos dijeron era difícil ver elefantes…) y toparnos en medio del camino con un elefante enorme en libertad. Nos hizo especial ilusión, ya que a parte de las gacelas, (que son preciosas) los facóqueros (o pumbas), monos… nuestro objetivo principal en el parque era ver elefantes y lo conseguimos. Estuvimos de safari como dos horas. Al finalizar volvimos al poblado para comer y comenzar con la celebración del cumpleaños de Rubén.


Por la tarde fuimos a conocer Larabanga y su famosa mezquita, que es la mezquita de adobe más antigua del país. Estuvimos visitando el poblado y la mezquita por fuera (ya que no está permitido el paso a personas no musulmanas). La gente y sobre todo los niños, nos recibían con sonrisas y cariño mientras caminábamos entre sus casas. Después, nos fuimos a ver la piedra mágica a la que la gente se dirige para rezar y pedir favores. Allí nos encontramos con tres hombres que en un principio nos dijeron que por ver la piedra había que pagar. Tras hacerlo y estar allí un breve periodo de tiempo, todos en silencio, echándonos fotos con la piedra, nos pidieron más dinero y decidimos irnos.
Al finalizar esta última visita, fuimos a relajarnos a una terraza de la zona. Cual fue nuestra sorpresa cuando uno de los candidatos a la presidencia del gobierno apareció en el poblado escoltado por una cantidad considerable de coches y la gente se volvió loca. Se lanzaron en masa a por los coches entre vítores. Fue alucinante. Tras un rato viendo la escena, decidimos marcharnos de vuelta al poblado.





Cuando llegamos, cenamos arroz y le dimos a Rubén su regalo, una tarta de cartón con chocolatinas de por aquí (que a Patri le quedó genial) y una camisa africana que le gustó mucho. La verdad es que fue un día que recordaré. Me lo pasé genial y creo que el cumpleañero disfrutó enormemente.




Después de un día de visitas decidimos irnos a dormir, aunque no sin antes encontrarnos con hordas de mosquitos en torno a una bombilla que estaba encendida en la entrada a las habitaciones. 




Viaje infinito


El jueves ha sido uno de los peores días en cuanto a cansancio que he pasado aquí. Tuvimos aproximadamente 11 horas de viaje en autobuses hasta llegar a nuestro destino, Savanna Lodge, poblado que se encuentra muy cerca del Mole Park.
Madrugamos para ir a la estación de autobuses, ya que el día anterior estuvimos intentando sacar el billete pero no nos lo quisieron vender, por lo que nos tuvimos que levantar a las 3 de la mañana ya que a las 4 teníamos que estar allí. Una vez cogidos los billetes, partimos rumbo a Tamale, ciudad que se encuentra en el norte de Ghana. Nos habían advertido que el norte era más pobre que la zona en la que nos encontramos nosotros y cuando llegamos allí después de un laaaaaaargo y agotador viaje, pudimos comprobarlo. La zona de la estación de autobuses era una locura de gente. Salimos de allí y nos fuimos a buscar a un chico con el que habíamos quedado para que nos llevara al poblado en el que esa noche dormiríamos. 

Estación de tren de Tamale

Tuvimos que esperar del orden de 2 horas o más, hasta que llegó el autobús que nos llevaría a nuestro destino: Larabanga. Tras otras 4 horas de viaje más y completamente agotados llegamos por fin al poblado, Savanna Lodge. La verdad es que llegamos de noche y no pudimos apreciar muy bien como era. De lo que sí nos dimos cuenta fue de que la gente allí nos trataba increíblemente bien. Y es que el lugar es digno de conocerse, a parte de que allí se está trabajando para el desarrollo de la zona. 
Dejamos nuestras cosas en nuestras respectivas habitaciones y fuimos a cenar a la luz de la hoguera. Cuando terminamos, algunos se fueron a la cama y otros nos quedamos charlando en torno al fuego. 

Niña comiendo en Tamale
La verdad es que fue un día duro por las horas de viaje, el cansancio… pero sin duda, al llegar al poblado nos reconfortó el trato recibido.



Nos fuimos pronto a descansar ya que el viernes al contrario de lo que fue el jueves, iba a ser un gran día. Para ello, había que madrugar y aprovechar el día.