sábado, 27 de octubre de 2012

Impacto cultural


El poblado de Nzulezo me ha hecho ver la vida desde otro punto de vista. Ha sido una experiencia y una sensación que no olvidaré jamás. Cuando llegamos por la noche, lo primero que hicimos fue descargar las mochilas en nuestras respectivas habitaciones (eran de madera, construidas sobre el lago Amanzuri, como el poblado en sí). Inmediatamente después, Daniel nos llevó a su bar, en el que sin darnos cuenta estábamos rodeados de niños. Ese fue el momento en el que tuve una sensación horrible, ¿qué pintábamos nosotros allí y por qué no había más gente alrededor?


Salí al poblado en el que era todo silencio y únicamente dos personas se encontraban cerca del bar. Me miraban de una forma que me hizo sentir incómodo, porque me dio la sensación que esa gente que vive en un sitio tan recóndito, (en el que todo lo que le rodea es agua y para desplazarse a cualquier sitio tienen que usar la canoa) lo último que les apetece es que lleguen turistas a perturbar su tranquilidad. Por si fuera poco todo lo que tenía en la cabeza, el jefe del poblado nos hizo una “visita guiada” en la que a la gente que intentaba dormir en medio del camino, los describía como si fueran monumentos que ver (esa sensación me dio a mi) y a otros directamente los despertaba. Cierto es, que toda esta gente necesita a los turistas ya que son los que pueden dejar dinero en el pueblo, pero… ¿a que precio?


A la mañana siguiente y tras pasar la noche en vela, (una simple pisada hacía que se moviera la casa entera) Daniel nos llevó a ver los manglares donde tienen las destilerías. Ciertamente el visitarlas era lo de menos, ya que lo que nos interesaba a nosotros eran los parajes que atravesamos para  hacerlo. Pasamos por sitios alucinantes, en los que a mi me daba la sensación de que podía saltar un cocodrilo sobre la canoa en cualquier momento. Llegamos a la destilería, Daniel nos explicó su funcionamiento, nos dio a probar el vino de palma que no tiene alcohol (tiene un sabor semejante a la sidra)  y la bebida propia del lugar, que tiene cierto parecido al aguardiente.






Una vez terminada la visita volvimos al poblado, en el que nos sacaron todo tipo de objetos que comprar, hojas de donaciones, etc. Recogimos  nuestras mochilas, y a diferencia de la ida, volvimos en canoa a remos. La verdad es que el viaje de vuelta fue increíble, ya que pudimos ver todo lo que por la noche había sido imposible. Nos dimos  cuenta del tirón turístico que tiene el poblado, ya que nos cruzamos con aproximadamente 10 canoas o 15 que se dirigían allí. Tras volver a pisar tierra, fuimos donde Pepe, comimos algo,  le agradecimos el trato recibido y partimos en Tro-Tro hacia Beyin. Una vez allí, comenzó una nueva aventura, la larga y agotante búsqueda  del hotel en el que dormiríamos.






viernes, 26 de octubre de 2012

Largo viaje hasta el Lago Amanzuri


Como ya os comentaba la madrugada del viernes, nos dirigimos los componentes de nuestra casa incluyendo a Nayra, Rapture y Augustín, a la estación de autobuses de Kumasi. Nos llevó el hermano Augustín en la bala plateada. Cuando llegamos, ya estaban allí Patri y Ana esperándonos. Hicimos tiempo hasta que se llenó el autobús, aunque una vez lleno la gente no estaba de acuerdo con que nos sentásemos todos juntos. Por lo que nos tocó cambiar los billetes para que coincidieran con la parte de atrás del bus, donde entrábamos todos.



El viaje hasta Takoradi fue bastante largo, (como cinco horas) aunque entre que el paisaje era espectacular y la señora Patricia no paraba de darme conversación, se hizo bastante ameno. Si que es cierto que cada dos horas y media o tres, el autobús para en medio de la carretera para que los pasajeros vacíen sus vejigas (cinco minutos), lo que permite estirar un poco las piernas ya que el autobús es realmente incómodo. Como iba diciendo, tras cinco horas de viaje aproximadamente, llegamos a Takoradi. Una vez allí, tuvimos que coger una Tro-Tro (sólo para nosotros, ya que la ocupamos entera) que nos llevó a Beyin.

El camino hasta Beyin era de hora y media, dos horas. Lo pasé un poco mal, ya que el conductor iba a velocidad de crucero por unos caminos en los que lo raro era que no reventaran las ruedas cuando cogía algún bache.






Por fin, tras siete u ocho horas de viaje, llegamos a nuestro destino… El bar de Pepe. La verdad es que el sitio de entrada, nos pareció espectacular. Un bar de madera entre un paisaje y una flora alucinante. Pepe nos recibió con los brazos abiertos. Inmediatamente después, nos informamos de cómo y donde íbamos a dormir. Pepe se puso en contacto con su gente para que esa noche durmiéramos en Nzulezo (un poblado de madera construido encima del lago Amanzuri). La tarde la pasamos allí todos, disfrutando del lugar y la tranquilidad que allí se respiraba. Pepe nos hizo una paella para cenar y cuando acabamos, nos montamos en una canoa motorizada con Daniel (jefe de Nzulezo) que nos llevó a través del lago Amanzuri entre una gran vegetación y bajo la luz de la luna llena a su poblado. Una experiencia difícil de olvidar.









jueves, 25 de octubre de 2012

Destino Amanzuri




Ayer por la mañana fuimos a clase, pero a diferencia de otros días, no teníamos asignaturas que dar por lo que hemos ido a ver a Marcus (un profesor que nos dijo que iba a enseñarnos a tocar percusión) y nos ha dado la primera lección de timbal. Ha sido una mañana intensa aunque hemos tenido que parar dos veces, ya que hoy había un programa especial de concienciación de higiene personal (charlas). La verdad es que se nos ha hecho eterno, ya que no podíamos aguantar las ganas de volver a tocar, porque nos ha puesto la miel en los labios para que a los 5 minutos se llenara la sala de niños. Tras la charla hemos vuelto a tocar y la verdad es que ha sido genial. Me ha gustado demasiado, demasiado como para esperar otra semana antes de volver a practicar, aunque creo que no me va a quedar otra porque no coincidimos en horarios con Marcus.







Por la tarde fuimos al mercado central todos juntos para comprar telas. Fue caótico, ya que tuvimos que atravesar todo el mercado para llegar a la catedral en la que habíamos quedado con Patri y Ana. Nos acompañaron Augustín y Rapture. Se reía Nayra de lo que me quejé con los olores. Y es que cada 3 metros cambiaba el olor… desde el olor a la típica comida de aquí, a olores como pescado podrido o a carne en mal estado… realmente desagradable. La verdad es que me resultaron bastante significativas las caras de la gente en los puestos cuando veían pasar a 8 blancos en fila.

Una vez que llegamos a la catedral y nos encontramos con las chicas, volvimos de nuevo a entrar al mercado. Nayra nos llevó a un montón de puestos de telas. La idea era comprar las telas en el mercado (se compran por yardas, por ejemplo para hacer una camisa hacen falta dos yardas, a 4 Ghana cedits la yarda) y llevárselas a un costurero que hay cerca de nuestra casa que es de la confianza de Nayra, para que nos haga la ropa.






Bueno, hoy he madrugado un poco para contaros todo esto ya que dentro de 1 hora saldremos dirección al sur a visitar un lugar increíble, el lago Amanzuri. Allí nos encontraremos con Pepe, un empresario español que lleva más de 10 años en Ghana y que hace tiempo salió en españoles por el mundo. Salimos tan pronto porque en esta ocasión vamos en autobús y tenemos que ir a la estación a esperar que se llene uno que nos lleve a la zona.




Comienza la aventura

miércoles, 24 de octubre de 2012

Preparativos


LUNES

No recuerdo si lo dije, pero el lunes hice un examen de "Science" a los alumnos de 6º A y 6ºB, para comprobar que el tema del aire se había entendido/aprendido. La verdad es que los resultados me han sorprendido bastante porque únicamente han suspendido 3 en una clase y 4 o 5 en la otra. Esto me motiva de forma significativa, ya que los métodos que he utilizado han dado sus frutos y los alumnos han comprendido el tema.
Por sacarle alguna pega a todo esto, quiero comentar un tema que me preocupa bastante. Hay una niña en una de las clases que es tres años mayor que todos sus compañeros, pero a pesar de ello obtiene unos resultados pésimos. El otro día durante la realización del examen me fije en que su velocidad de escritura es realmente preocupante, ya que tardó en copiar dos de los enunciados del examen, 15 minutos. La verdad es que es difícil darse cuenta cuando hay 40 alumnos en la clase. Le pregunté cuál era el motivo por el que tardaba tanto, y me dijo que no veía bien… pero no es que no vea bien, es que no ve nada. Así que decidí hacerle el examen de forma oral. Le tuve que echar una mano, pero conseguí que respondiera a alguna pregunta correctamente, aunque no fue suficiente para aprobar. Intenté motivarla antes de que se fuera y la animé a que siguiera esforzándose. Aunque pensándolo bien, es difícil no distraerse con el compañero de al lado cuando no ves ni la pizarra.
Por lo demás, el día se desarrolló con normalidad, excepto porque a Anina le consiguieron una guitarra y estuvimos cantando toda la tarde. Tengo que decir que me animan bastante esos ratos de guitarreo.


MARTES

En lo que respecta al martes, la verdad es que en temas anímicos fue nefasto. Por la mañana no paré ni un segundo, primero dando clase y luego corrigiendo ejercicios. Estaba siendo un día genial, pero a la hora de la comida cambiaron las cosas y se convirtió en todo lo contrario. Debido a esto, por la tarde nos fuimos Ali, César, Anina y yo a tomar algo para desconectar. La verdad es que estuve bastante entretenido echándome unas risas con ellos y consiguieron que se me olvidaran por un rato mis historias.


MIÉRCOLES

Hoy ha sido un día más en el cole. La verdad es que me he aburrido bastante porque no tenía que dar clase hasta después de la comida. Y tengo que decir que no estoy nada contento, ya que me he tirado media hora para que copiaran un cuadro. Pero lo peor de todo no es que los niños no me entendieran… es que el profesor tampoco. Y mi pregunta es: tan difícil es de entender la afirmación… copiad lo de la pizarra en el cuaderno?? Incomprensible.
Por lo demás hoy ha sido más tranquilo anímicamente que ayer. Estamos preparando nuestra próxima salida del fin de semana, ya que esta semana es fiesta el viernes y no hay clase, por lo que aprovecharemos e iremos a conocer más lugares increíbles de estas tierras.

¿Qué nos deparará esta aventura?






"Cuando la vida no pare de golpearte, levántate, mira a tu alrededor y siéntete afortunado"

lunes, 22 de octubre de 2012

¡Excursión!


¡Qué bien nos lo hemos pasado este fin de semana!

La verdad es que no pensaba que nos lo fuéramos a pasar tan bien, pero bueno, voy a separarlo por días para intentar hacerlo más gráfico.


VIERNES

Salimos el viernes después de comer, sobre las cuatro, dirección a la casa de las chicas. El taxi nos llevó por un camino súper largo que nunca habíamos ido. El tráfico, para variar, horrible. Llegamos después de una hora y poco a la casa. Allí nos esperaban Patri y Ana (qué ganas tenía de verlas). Fuimos a comprar desodorante y otras cosillas. Estuvimos cenando con los hermanos de aquella comunidad, que nos trataron realmente bien. Una vez que cenamos, nos juntamos todos en la habitación de las chicas y estuvimos jugando a las películas. Nos reímos un montón, pero nos tuvimos que ir pronto a dormir ya que el día siguiente teníamos que madrugar más de lo normal para partir rumbo a la comunidad de Holly Cross, que está aproximadamente a 3 horas de distancia. Aunque Patri y yo nos quedamos un ratillo más hablando. Esa noche no dormí casi nada, los mosquitos me rondaban.


SÁBADO


Partimos con el amanecer en la bala plateada rumbo a la ceremonia de los novicios en Holly Cross. El viaje fue bastante divertido ya que no paramos de cantar y jugar a los típicos juegos de viajes como por ejemplo “password”. La verdad es que cada vez que hacemos un viaje, me empapo de imágenes que permanecerán en mi memoria durante toda mi vida. La mayoría de ellas muy duras, como la de las vendedoras que están en la carretera a pleno sol todo el día, o la infinidad de chabolas que te encuentras por el camino. 
Cuando llegamos al lugar nos cambiamos, ya que era una ceremonia importante en forma de misa (duró aproximadamente 4 horas), en la que los novicios de la comunidad ascendían a hermanos. La experiencia fue bastante buena ya que no paraban de cantar y bailar. Cuando acabó, nos juntamos todos los asistentes para comer.
Por la tarde Pascal, Josh y Harry nos llevaron a ver el castillo de los esclavos “Elmina´s Castle”. La verdad es que las sensaciones dentro del mismo fueron bastante angustiosas ya que nos comentó el guía que nos acompañaba, como se desarrollaba la vida entre aquellas paredes, y el trato que recibían los esclavos.
Tras ver el castillo, salimos a la calle donde se nos lanzaron unos vendedores ambulantes que andaban por la zona y no nos dejaron ni andar… muy agobiante. Pusimos rumbo a una especie de museo que tiene una señora por la zona, en el que guarda antigüedades eclesiásticas.




Después, volvimos a la comunidad en la que nos recibieron con los brazos abiertos y pudimos disfrutar de una gran cena. Por la noche nos juntamos en la habitación de las chicas y estuvimos contando historias, jugando y pasándolo genial. Y me di cuenta de que me habían picado bichos en la pierna derecha, exactamente 47 picaduras en la rodilla.
 


















DOMINGO


Madrugamos para asistir a la misa de las 7 de la mañana. En la que de nuevo hubo presencia de yembés y de música/ritmos africanos. Me acordé mucho de mi padre tanto el día anterior en la ceremonia, como en esta misa a la hora de dar la paz. Te daban la paz hasta los de dos filas por delante y por detrás. La misa la verdad es que me gustó. Cuando acabamos de desayunar salimos rumbo Kakum (para ver el parque de los puentes colgantes). Tengo que decir que de camino, vi una imagen que me marcó y que estoy seguro que no voy a olvidar nunca: un hombre completamente desnudo bañándose en un charco de barro. Muy, muy duro. Con respecto al parque, sólo una palabra: ¡¡IMPRESIONANTE!!
La entrada nos costó 15 cedis por ser estudiantes (aprox. 6 o 7€). Los paisajes eran completamente de selva. Lo “especial” de este parque natural es que tiene 7 puentes a una altura que no sabría deciros, porque los árboles no dejaban ver el suelo, pero vamos, la caída es importante. Hacia tiempo que no disfrutaba tanto de la naturaleza (de echo dudo que alguna vez lo haya disfrutado de esta manera). Lo pasé un poco mal pasando los puentes colgantes (que no he dicho que construyeron los canadienses en su momento) ya que no paraban de balancearse. No aptos para gente con vértigo.
Cuando salimos de allí fuimos a comer a una gasolinera un pollo híper-picante. Y de ahí, rumbo a Kumasi de nuevo. Tardamos como 3 o 4 horas en volver, de nuevo cantando, sobre todo el fondo sur (Rubén, Patri y yo) que los hermanos tuvieron que acabar hartos de tanto cante. Tengo que agradecer desde aquí, el trato y la preocupación constante que tuvieron durante todo el fin de semana.

Finalmente y tras un camino lleno de baches, botes… llegamos a nuestra comunidad, donde nos despedimos de las chicas.