jueves, 18 de octubre de 2012

Odisea


En el día de ayer, los chicos fuimos por la tarde a Adum donde habíamos quedado con Patri y Ana. Según salimos del colegio fuimos a casa, llamamos a las chicas a ver donde andaban y nos dijeron que ya estaban de camino, por lo que no nos dio tiempo ni a cambiarnos. Salimos disparados a coger por primera vez una “Tro-Tro” (que es una furgoneta que funciona como si fuera un autobús, pero con bastante menos aforo) junto con nuestro amigo Augustin que nos acompañó para que no tuviéramos ningún problema en la ciudad. La tro-tro nos dejó cerca del lugar que teníamos como destino, pero para llegar a donde habíamos quedado con las chicas teníamos que atravesar la ciudad, y Augustín decidió que lo mejor era hacerlo a pie, ya que el tráfico era horrible. Pasamos por diferentes mercados, aunque el central no lo pisamos ya que íbamos con prisa porque llegamos allí a las 4 y como muy tarde a las 6 teníamos que salir, porque es cuando se hace de noche y las calles no son seguras para los blancos.


Quiero comentar las sensaciones que me dio todo lo que vi. Pasamos por medio de mercados (como ya he dicho), en los que los vendedores no paraban de intentar llamar nuestra atención. Pero si algo había llamado mi atención antes de que ninguno de ellos se dirigiera a nosotros, fue la situación de miseria que se respiraba. A parte de esto, todo estaba lleno de basura, incluso los puestos de comida estaban rodeados… y es que se lo comentaba a Augustin, creo que uno de los grandes problemas que hay aquí, es que en mi opinión no existe conciencia acerca de lo insalubre que puede llegar a ser la falta tan enorme de higiene en las calles. No se respeta para nada la limpieza del medio, por lo que si acaban de comer o de beber, tiran todo al suelo. De tal forma que la cantidad de basura que existe en las calles es alucinante, lo que tiene como consecuencia que sean focos enormes de enfermedades. En la ciudad me pareció asombroso que la gente pueda vivir en estas condiciones… ya que no se respira más que contaminación. Incluso en el bar en el que estuvimos tomando algo, Rubén vio una rata gigante y los demás vimos cucarachas… realmente desagradable. A parte, los edificios eran muy antiguos, daba la sensación de que una simple tormenta de la zona podría tirarlos. En definitiva, fuimos, las vimos 20 minutos y nos volvimos. 


Pero esta entrada no acaba aquí. Ya que para volver del bar, a donde cogimos el taxi de vuelta, tuvimos que atravesar de nuevo el mercado. Esta vez de noche. Y la cosa cambió bastante, ya que nos vimos rodeados por todas partes y caminando a toda velocidad para salir de allí. Pero bueno, conseguimos llegar a nuestro destino y coger un taxi que nos llevaría a casa. Tengo que decir que estas son mis sensaciones, mis compañeros no tienen la misma opinión. 



Nayra nos avisó que a parte de ser peligroso para nosotros andar de noche por allí, también teníamos que contar el factor de que a esa hora, es hora punta y todo el mundo está volviendo a casa. Son horas en las que no se respeta nada… y teniendo en cuenta que no existen normas de circulación, ni semáforos… imaginaos la odisea que pasamos para poder volver a casa. La situación era la siguiente: una cola enorme de coches parados; fuera diluviando; el taxi cerrado a cal y canto para evitar que se mojase el interior. Lo pasé mal, me agobié bastante con el calor. Pero bueno tras pasar mas de media hora para avanzar 5 metros… conseguimos llegar a donde se estaba desarrollando el problema, y era una intersección en la que no paraba nadie (se tuvieron que bajar los propios conductores para parar el tráfico, completamente irreal). Finalmente y tras casi hora y 45 minutos (que en circunstancias normales habrían sido como mucho 20 minutos…), conseguimos llegar a casa. 

1 comentario:

  1. Ahí nos tienes machote!! http://echegaray94.blogspot.com.es/ jeje Por cierto, me gusta el nuevo diseño que le has dado al blog. Un abrazo!!

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