lunes, 12 de noviembre de 2012

Pizzas Ashante


El sábado madrugamos para desayunar. Cuando acabamos, estuvimos reunidos con el hermano Jose Antonio, que nos estuvo preguntando nuestras impresiones hasta el momento, si teníamos algún problema… fue una conversación bastante amena. 

El plan principal para el sábado era visitar el palacio ashante (del cual nos estuvo hablando el hermano durante el desayuno) y comer pizza en un restaurante que está cerca del palacio. Cuando acabamos la reunión, marchamos los 7 rumbo a la aventura, sin Nayra ni nadie que nos guiase (ya que esa zona la conocemos bastante bien). Fuimos directamente a comer, donde nos costó decidirnos... pero finalmente pedimos 4 pizzas. Tengo que decir que las disfrutamos un montón y nos supieron buenísimas, pero siendo objetivos, la masa estaba sosa, ingredientes escasos… pero el comer una pizza africana después de un mes aquí no tiene precio, bueno, realmente si que lo tenía y era bastante caro por cierto (pero no me arrepiento). Tras comernos todo, partimos rumbo al palacio ashante.
Dos de los cuadros que compramos
De camino al museo
 Tras diez minutos de paseo llegamos a nuestro destino. Los guardias de seguridad nos dijeron que la entrada al museo estaba en el edificio colindante, por lo que nos dirigimos allí. De camino, se nos acercaron 2 o 3 hombres que parecía que nos iban a acompañar hasta la puerta del museo. Pero su objetivo no era acompañarnos de manera desinteresada, ni siquiera querían cobrarnos por ello. Casi al llegar a la entrada del museo, se sacaron un montón de cuadros de la manga. La verdad es que nosotros estábamos realmente entusiasmados con la idea de comprar cuadros africanos por lo que nos vino al pelo. Compramos la entrada del museo (8 ghanas nos cobraron, demasiado para lo que vimos, en mi opinión) y les dijimos que nos esperaran hasta que acabásemos de hacer la visita. En el museo nos enseñaron y explicaron los reyes que habían pasado por él y alguna de las tradiciones ashantes. Cuando acabamos, fuimos a la entrada, donde seguían los comerciantes. Cada uno compramos algo. Patri y yo compramos 4 cuadros (26 ghanas los 4) que iban por parejas. Tras ver todo y comprar lo que nos pareció, fuimos en busca de un taxi que nos llevara de vuelta a casa. Cual fue nuestras sorpresa, cuando de nuevo nos cayó el diluvio universal encima. Yo me empapé entero, ya que estuve intentado sin éxito, conseguir un taxi que nos llevara a casa por un buen precio. Al final, el camarero de un bar cercano nos consiguió dos taxis.

Cuando llegamos a nuestra comunidad (yo llegué agotado), nos pusimos a tocar la guitarra, cantar, hablar… en definitiva a descansar. A la hora de la cena (Nayra y Jose Antonio no estaban, ya que tuvieron cena con unos amigos) estuvimos con los hermanos. Después estuvimos los 7 viendo la serie black mirror en la habitación de Anina y Ali. Algunos la disfrutamos más que otras, que se quedaron dormidas desde el minuto 1. Cuando se acabó, nos fuimos a dormir y yo me llevé una de las sorpresas más agradables que he tenido durante mi estancia. Mis compañeros de piso de Salamanca se encargaron de hacerme sentir especial. Gracias por todo niños de Echegaray.



No hay comentarios:

Publicar un comentario