domingo, 4 de noviembre de 2012

Safari en África


Amanecimos en Savanna Lodge a eso de las 5 de la mañana. La verdad es que la ducha mañanera a la luz de la luna, con cazos de agua fría, me despertó de manera inmediata. Tras ducharnos, fuimos a desayunar. Fue un desayuno espectacular, nos pusieron café con una especie de sándwiches con mantequilla de cacahuete y otros con tortilla francesa con cebolla, pimientos… estaban realmente buenos.

Una vez terminado todo lo que había en la mesa, nos vino a buscar un Jeep para llevarnos a ver el Mole Park. El viaje fue bastante entretenido ya que íbamos sentados al aire libre por un camino en el que el paisaje era increíble. Una vez llegamos al parque, nos sentamos en torno a un árbol en el que estuvimos hablando. Cual fue nuestra sorpresa cuando al cabo de un rato apareció una pareja de españoles que estaban pasando unos días en África. Estuvimos hablando con ellos y nos dijeron que hacer la visita a pie no merecía mucho la pena, ya que no se veían muchos animales (que era nuestra primera idea, ya que era más económico hacerla así que en coche). De repente apareció en escena el típico todoterreno con asientos arriba utilizado en safaris que nos enamoró. Estuvimos comparando las opciones de visita y finalmente nos decidimos por hacer el safari en coche. Ha sido una de las experiencias visuales más alucinantes que he tenido nunca. Siempre quise venir a África y hacer un safari. Me sentía dentro de un documental de la 2, pero sin el típico narrador con la voz soporífera… ¡¡¡INCREÍBLE!!!



Tengo que decir que el día a parte de por el safari, era especial, ya que Rubén cumplió años. Que mejor regalo que ir al Mole Park en época de lluvias (según nos dijeron era difícil ver elefantes…) y toparnos en medio del camino con un elefante enorme en libertad. Nos hizo especial ilusión, ya que a parte de las gacelas, (que son preciosas) los facóqueros (o pumbas), monos… nuestro objetivo principal en el parque era ver elefantes y lo conseguimos. Estuvimos de safari como dos horas. Al finalizar volvimos al poblado para comer y comenzar con la celebración del cumpleaños de Rubén.


Por la tarde fuimos a conocer Larabanga y su famosa mezquita, que es la mezquita de adobe más antigua del país. Estuvimos visitando el poblado y la mezquita por fuera (ya que no está permitido el paso a personas no musulmanas). La gente y sobre todo los niños, nos recibían con sonrisas y cariño mientras caminábamos entre sus casas. Después, nos fuimos a ver la piedra mágica a la que la gente se dirige para rezar y pedir favores. Allí nos encontramos con tres hombres que en un principio nos dijeron que por ver la piedra había que pagar. Tras hacerlo y estar allí un breve periodo de tiempo, todos en silencio, echándonos fotos con la piedra, nos pidieron más dinero y decidimos irnos.
Al finalizar esta última visita, fuimos a relajarnos a una terraza de la zona. Cual fue nuestra sorpresa cuando uno de los candidatos a la presidencia del gobierno apareció en el poblado escoltado por una cantidad considerable de coches y la gente se volvió loca. Se lanzaron en masa a por los coches entre vítores. Fue alucinante. Tras un rato viendo la escena, decidimos marcharnos de vuelta al poblado.





Cuando llegamos, cenamos arroz y le dimos a Rubén su regalo, una tarta de cartón con chocolatinas de por aquí (que a Patri le quedó genial) y una camisa africana que le gustó mucho. La verdad es que fue un día que recordaré. Me lo pasé genial y creo que el cumpleañero disfrutó enormemente.




Después de un día de visitas decidimos irnos a dormir, aunque no sin antes encontrarnos con hordas de mosquitos en torno a una bombilla que estaba encendida en la entrada a las habitaciones. 




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